Los buenos tratos nacen como una alternativa realista y sobre todo comprensible para las personas en situación de violencia, así como para los especialistas en desarrollo y derechos humanos, que necesitaban encontrar una metodología y guía que les permitiera contar con herramientas para fomentar y promover los valores, el respeto y la unidad personal, familiar y social.
El buen trato principalmente tiene dos motores importantes, por un lado la propuesta teatral que nace en españa en 2007 con una obra que fomenta la importancia del buen trato en materia de género. Y por otro lado el trabajo que ha venido realizando Jorge Barudy de cara a establecer este buen trato a partir de 12 habilidades personales fácilemente identificables y aceptables por todos los miembros de la familia.
Éstas habilidades se engloban, desde la oportunidad de promover el apego y amor seguro, la identidad, el reconocimiento, la comunicación efectiva, la convivencia pacífica, las relaciones interpersonales, la negociación, la actitud pro social, el sentido ético, el sentido del humor y el sentido a la vida.
Están orientadas directamente al fortalecimiento del buen trato a niñas, niños o a la familia en general, por parte de todas aquellas personas responsables que establezcan una relación de cuidado, protección, socialización o educación, fortaleciendo la oportunidad resiliente ante la adversidad.