Fuen­te: La Jor­na­da

  • Se debe apli­car el semá­fo­ro de aler­ta de con­te­ni­dos noci­vos en ali­men­tos: ONG Esca­so avan­ce en refor­ma sobre obe­si­dad; “no toca el etiquetado”
  • La regu­la­ción de comer­cia­les es limi­ta­da por­que no abar­ca los pro­gra­mas que más ven los niños
  • Un cam­bio de hábi­tos no se da sólo median­te decre­to, seña­la aca­dé­mi­ca de la UNAM Caro­li­na Gómez Mena Periódico
Ilus­tra­ción: joehu.com

El Poder del Con­su­mi­dor con­si­de­ró que la refor­ma apro­ba­da por el pleno de la Cáma­ra de Dipu­tados a la Ley Gene­ral de Salud para com­ba­tir el sobre­pe­so y la obe­si­dad no abo­na­rá de for­ma sig­ni­fi­ca­ti­va a rever­tir el pro­ble­ma, pues aun­que prohí­be la publi­ci­dad de pro­duc­tos cha­ta­rra en las escue­las y habla de dar segui­mien­to a la talla, peso e índi­ce de masa cor­po­ral de los alum­nos, no toca el eti­que­ta­do que entra­rá en vigor el pri­me­ro de julio.

En entre­vis­ta, Ale­jan­dro Cal­vi­llo, direc­tor de El Poder del Con­su­mi­dor, refi­rió que la refor­ma deri­va de una pro­pues­ta de 2013. Una medi­da que ayu­da­ría a com­ba­tir el sobre­pe­so y obe­si­dad, agre­gó, es con­tar con un eti­que­ta­do cla­ro de ali­men­tos y bebi­das, por lo que insis­tió en que se debe cam­biar el que entra­rá en vigor en julio y esta­ble­cer el semá­fo­ro que aler­ta sobre el con­te­ni­do de gra­sas, sodio y azúcares.

 Dificultades operativas

“La refor­ma no trae nada nue­vo. Está bien la prohi­bi­ción de la publi­ci­dad de pro­duc­tos sin valor nutri­cio­nal den­tro de las escue­las, pero en reali­dad no hay nada tras­cen­den­te; se man­tie­ne el eti­que­ta­do enga­ño­so, el cual va a hacer más daño por­que pro­mue­ve el con­su­mo de altas can­ti­da­des de azú­car, y habría que ver si la regu­la­ción apro­ba­da se apli­ca en las escue­las. Esto, fren­te a la dimen­sión del pro­ble­ma y de las denun­cias que hemos hecho, es poco. Se suma que la regu­la­ción de la publi­ci­dad diri­gi­da a niños está total­men­te limi­ta­da, por­que no regu­la los pro­gra­mas (de tele­vi­sión) que más ven.”

Apar­te, la doc­to­ra Raquel Gui­llén Rie­be­ling, aca­dé­mi­ca de la FES Zara­go­za de la UNAM, seña­ló que aun­que en el papel las dis­po­si­cio­nes para fre­nar y redu­cir el sobre­pe­so y la obe­si­dad fue­ran ade­cua­das, sólo en los hechos se medi­rá el impac­to. Sub­ra­yó que se requie­re “capa­ci­ta­ción” y “edu­ca­ción” para que medi­das como el regis­tro de talla, peso e índi­ce de masa de los niños se tra­duz­can en un cam­bio de hábi­tos. “Pue­de haber gran­des difi­cul­ta­des en la par­te ope­ra­ti­va”, advir­tió. Foto Entre los adul­tos, la obe­si­dad alcan­za cer­ca de 37 por cien­to entre hom­bres y 38 por cien­to entre muje­res­Fo­to Notimex

Sobre el reti­ro de la publi­ci­dad de pro­duc­tos cha­ta­rra de las escue­las, recor­dó la “enor­me pre­sión” que ejer­cen las “gran­des cor­po­ra­cio­nes” en los ámbi­tos jurí­di­co, polí­ti­co y eco­nó­mi­co, auna­das a que “no dan toda la infor­ma­ción” sobre can­ti­da­des de gra­sa, azú­ca­res y sales que tie­nen sus pro­duc­tos. Inclu­so, dijo, algu­nas empre­sas han redu­ci­do los pre­cios de sus pro­duc­tos “para que ten­gan mayor acce­so”. De ahí, que aho­ra la obe­si­dad y sobre­pe­so sean mayo­res en “las cla­ses con meno­res recur­sos y en las mar­gi­na­les urbanas”.

Sub­ra­yó que no bas­ta qui­tar esa publi­ci­dad de los cen­tros esco­la­res, sino que es nece­sa­rio “intro­du­cir ali­men­tos que con­ten­gan los nutrien­tes bási­cos, mejor cali­dad”, y apun­tó que las eti­que­tas de los ali­men­tos y bebi­das debe­rían ser de “fácil lec­tu­ra y com­pren­si­bles” para toda persona.

Expre­só que el eti­que­ta­do del semá­fo­ro “favo­re­ce la infor­ma­ción que se da al con­su­mi­dor y por ende la elec­ción” que éste pue­da hacer.

La aca­dé­mi­ca, cuya línea de inves­ti­ga­ción es la obe­si­dad des­de la pers­pec­ti­va cog­ni­ti­va con­duc­tual, des­ta­có que es impres­cin­di­ble un “cam­bio de hábi­tos”, los cua­les no se adquie­ren por una ley o el esta­ble­ci­mien­to de una estra­te­gia, aun­que reco­no­ció que son pasos para avan­zar en la lucha con­tra la obesidad.

Pre­ci­só que en el país “uno de cada cin­co niños y ado­les­cen­tes de 12 a 19 años tie­ne sobre­pe­so y uno de cada 10 pade­ce obe­si­dad”. A esca­la glo­bal, dijo, un estu­dio reve­ló que “entre 1980 y 2013, en pro­me­dio, el sobre­pe­so y obe­si­dad en hom­bres adul­tos pasó de 28.8 por cien­to a 36.9 y en muje­res de 29.8 a 38”.

“Méxi­co se ha pues­to a la van­guar­dia en la aten­ción e inves­ti­ga­ción” en torno a la obe­si­dad, dijo, pero tam­bién es uno de los paí­ses con los mayo­res índices.