El pre­si­den­te de la Aso­cia­ción Mexi­ca­na de Alter­na­ti­vas en Psi­co­lo­gía (AMAP­SI), Mar­co Murue­ta, aler­tó sobre la cri­sis que vie­ne en mate­ria psi­co­ló­gi­ca, pro­duc­to del con­fi­na­mien­to por el covid-19.

Nota de Fran­cis­co Mejía, Milenio.

Seña­ló que en los pro­gra­mas del gobierno fede­ral para enfren­tar esta pan­de­mia, exis­te un vació en mate­ria de salud mental.

“Exis­te una polí­ti­ca sani­ta­ria psi­co­ló­gi­ca a tra­vés de los psi­quia­tras, lo que sig­ni­fi­ca una idea limi­ta­da de lo que son los pro­ce­sos psi­co­ló­gi­cos en el ser humano. Los atien­den con fár­ma­cos y se olvi­dan de la orien­ta­ción psi­co­ló­gi­ca y de las rela­cio­nes interpersonales”.

Lla­mó al gobierno a vol­tear los ojos a Chi­na. Una vez que han logra­do el con­trol de la pan­de­mia del coro­na­vi­rus han apa­re­ci­do los con­flic­tos emo­cio­na­les, entre ellos los divorcios.

En Méxi­co la polí­ti­ca de con­tra­ta­ción de per­so­nal médi­co y enfer­me­ras no tomó en cuen­ta a los psi­co­te­ra­peu­tas y muchos de ellos a nivel pri­va­do o uni­ver­si­da­des, otor­gan con­sul­tas vía inter­net o telefónica.

AMAP­SI es uno de esos espa­cios que lo hace de mane­ra gra­tui­ta. Aquí han reci­bi­do lla­ma­das de gen­te deses­pe­ra­da, con ansie­dad, temo­res, ideas sui­ci­das, irri­ta­bi­li­dad o con­flic­tos en casa que requie­ren asesoría.

Mar­co Murue­ta cri­ti­có que los niños, estén sien­do sobre­car­ga­dos de tareas esco­la­res que auna­do al encie­rro, está cau­san­do agre­si­vi­dad en los hoga­res. Para­le­lo a ello, las madre y padres de fami­lia, viven abru­ma­dos por la suma de actividades.

Los niños, cons­tan­te­men­te deman­dan aten­ción y es cuan­do en la mis­ma situa­ción de con­fi­na­mien­to los padres, tien­den al castigo.

“Al ini­cio, jue­gan con ellos, pero los niños quie­ren más tiem­po para ellos y es cuan­do los enchu­fan a la tele­vi­sión, jue­gos elec­tró­ni­cos o You Tube,; esto para los pri­me­ros días fun­cio­na, pero mucho tiem­po resul­ta per­ju­di­cial pues lle­ga a satu­rar a los niños que nece­si­tan el sol, ir al patio, al par­que”, agregó.

Seña­ló que entre más peque­ño sea el espa­cio de con­fi­na­mien­to “los niños, empie­zan a tener repre­sa­lias, con­flic­tos, enfren­ta­mien­tos. Ellos requie­ren de espa­cios abier­tos para des­ple­gar sus energías”.

El espe­cia­lis­ta, reco­men­dó que en este momen­to los chi­cos, deben aten­der sus tareas esco­la­res con tan solo dos horas al día.

Reco­men­dó que en el encie­rro que hoy viven hacer uso de los jue­gos de mesa; salir el patio, terra­za o azo­tea; tener lec­tu­ras y acti­vi­da­des artís­ti­cas y sobre todo “escu­char­los mucho, escu­char­se”. Ase­gu­ró que “es menos gra­ve” el con­fi­na­mien­to, cuan­do hay hermanos.